"Si estás en el área y no estás seguro de qué hacer con el balón, mételo en la portería y después discutiremos las opciones". Bill Shankly

jueves, 10 de marzo de 2011

Ver para creer

Ayer se antojaba un partido relativamente fácil para el Valencia C.F. en Alemania contra el Schalke 04. En la ciudad del Turia se celebró el primer choque de la eliminatoria, que finalizó con un ajustado 1-1 que pudo parecer injusto para los valencianistas, ya que dispusieron de más ocasiones de gol. El Valencia ayer iba a Alemania con la necesidad de marcar como mínimo un gol para clasificarse y con el aliciente de tener en el equipo rival a Raúl González, un viejo enemigo futbolístico del Valencia, ya que su gol contribuyó a que el equipo valencianista perdiera su primera final de Champions.

El partido empezó de forma frenética, el Valencia dominándolo de cabo a rabo, pero como siempre le pasa a este equipo, se complicó la vida en situaciones fáciles en las que perdían el balón en el centro del campo. La alineación fue trascendental en el resultado, Emery dio salida a Mehmet Topal en lugar de Tino Costa, jugador que aporta tanto ofensiva como defensivamente. Después de errar algunas jugadas a balón parado perfectamente ensayadas, el Valencia se aprovechó de una buena acción individual dentro del área para que su centro fuera rematado por el central Ricardo Costa que de manera inverosímil merodeaba por el área del equipo alemán. El equipo español tenía todo a su favor, concluyendo el partido con este resultado, el equipo se habría clasificado para los cuartos de final. Sin embargo, volvió a suceder lo que pasó en la Copa del Rey contra el Villareal, los jugadores se relajaron y fallaban oportunidades clarísimas para aumentar la diferencia en el electrónico. Después de varias intentonas sin peligro, el Schalke 04 empató el partido mediante una falta perfectamente ejecutada por el que iba a ser el mejor jugador del encuentro, Farfán. Hay que decir que la falta había sido inexistente. Con este resultado y con la necesidad de marcar, el Valencia se fue a los vestuarios.

Al reanudarse el encuentro se vio a un Valencia más violento, pero que no obstante, carecía de estabilidad en el centro del campo, dado que Banega no estaba nada acertado. Con algunas internadas por la banda Joaquín metía miedo a los alemanes, mientras que Mata no se encontraba cómodo jugando en la mediapunta, no se movía con fluidez. Y tanto jugar con fuego, el Valencia acabó quemándose en una jugada cuanto menos desafortunada. Guaita no supo despejar bien un centro procedente de la banda izquierda que cayó en los pies de un jugador alemán, cuyo disparó tampoco logró despejar Guaita y llegó a placer a Gavranovic, quien con un poco de suerte envió el esférico a la red.

La situación no era trágica, con un gol el Valencia se clasificaba, el problema estaba en que los jugadores 'chés' se pensaron que el balón si no entraba una vez, entraría a la siguiente sin hacer apenas esfuerzos. Esta fue la clave del partido. Los valencianistas fallaron ocasiones clarísimas, como la de Aduriz que sacó magistralmente Neuer o la de Mathieu. Jugaban como si estuvieran seguros de que el balón entraría por arte de magia. Ante esta apatía, Emery movió el banquillo y sacó al campo a Tino Costa, Soldado y Jonás para conferirle de forma estéril la ambición que necesitaba el equipo. En el tramo final, cuando según pasaban los minutos se veían más cerca del precipio, los valencianistas se percataron de la situación y se volcaron al ataque. El Schalke muy ordenado tácticamente, se aprovechó de una de estas últimas cabalgadas del Valencia para desarbolar a su defensa en un contrataque y batir de nuevo Farfán a Guaita.

Así finalizó el encuentro, con una derrota del Valencia que afectó tanto a los jugadores como a la afición. La explicación del por qué se perdió la eliminatoria es difícil, ya que el equipo español es mucho mejor que el alemán. Sin embargo, se notó la falta de competividad del Valencia como consecuencia de su ausencia en las tres últimas ediciones de la Champions League. Daba la impresión de que pensaban solucionar el partido en los minutos finales, y por eso cayó eliminado, dado que en la Liga te puedes permitir esperar hasta el final del partido para ganar, sin embargo, en la Champions si perdonas, estás sentenciado. Esperemos que esta lección le siva al Valencia para futuras ediciones de la más prestigiosa competición europea de fútbol.


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