"Si estás en el área y no estás seguro de qué hacer con el balón, mételo en la portería y después discutiremos las opciones". Bill Shankly

domingo, 29 de mayo de 2011

ODA AL FÚTBOL



Rendido en sala de prensa, con un tono de voz que denotaba desasosiego, Sir Alex Ferguson, entrenador que lleva veintiséis años dirigiendo al Manchester United, reconoció que nunca antes le habían dado un baño como con el que ayer el Barça logró ganar su segunda final en tres años al equipo del técnico escocés. Estas palabras reflejaban el sentimiento de inferioridad e impotencia que todos los seguidores del Manchester sintieron al verse superados durante casi todo el encuentro por un Barça legendario.

Ferguson apostó por dejar en la grada a Berbatov y por darle la titularidad al joven 'Chicharito', que estuvo perdido la mayor parte del encuentro. Decidió prescindir de  Nani y Scholes, para que entraran en el once Giggs de mediocentro y Valencia por la derecha. Park Ji Sung se encargaría de tapar la banda de Alves para que el lateral derecho no gozara de la libertad habitual para sumarse sin problemas al ataque. La táctica del técnico del Manchester fue tan atrevida como suicida, porque el equipo inglés sólo dio señales de vida en unos frenéticos diez primeros minutos de partido. Al inicio del choque presionaron la salida de balón del Barça, como leonas que están ávidas de comida, como consecuencia, el equipo culé se sentía nervioso, parecía que Sir Alex Ferguson había dado con la fórmula para frenar al Barça. Sin embargo, los jugadores del Manchester sólo aguantaron ocho minutos corriendo de banda a banda  para recuperar el esférico, ya que es imposible no fatigarse  persiguiendo la pelota sin cesar.

A partir del minuto diez de partido, no hubo color, el Barça fue el gran Barça de estos últimos tres años, triangulando, realizando cambios de orientación perfectos, Messi ayudando en el centro, Villa muy participativo en la banda derecha, y sobre todo, Xavi Hernández había conseguido hacerle con la batuta del equipo, y volvía a exhibirse con una gama de pases  y controles increíbles, que desembocaron en el gol de Pedro. Era el minuto veintiocho, y seguramente más de un barcelonista se había visto ya campeón de la Champions. No obstante, en frente tenían a un equipo que en los últimos cuatro años había  llegado a tres finales, así que el Manchester en la única oportunidad de peligro que tuvo durante todo el partido, se aprovechó de un saque de banda mal realizado para robar el balón y deshacerse de la defensa con una pared que Rooney culminó con un gol ante el que nada pudo hacer Valdés. Al equipo inglés el gol le cayó como una bendición, ya que no había hecho méritos para empatar el encuentro. Quizás con el 1-1 el Manchester se volcaría en ataque, pero ni por esas, el Barça continuaba siendo el amo y señor del partido, y bien pudo irse al descanso con una ventaja más amplia después de varias llegadas que desbarató Van der Sar.

Tras la reanudación el Manchester tampoco era capaz de realizar una presión constante a los jugadores culés, para colmo, Andrés Iniesta que no había cobrado el mismo protagonismo que Xavi en la primera parte, se puso a su nivel  y empezaron a triangular el balón con una facilidad pasmosa. Ayer se evidenció que lo que distingue al Barça de otros grandes equipos de la historia, es su salida del balón. Desde el central, pasando por el lateral y acabando por el medio defensivo, el equipo culé saca el balón jugado de una manera maravillosa y única. Para deshacerse de la línea ofensiva del Manchester, les bastaba a Piqué y a Busquets con hacer una pared y quitarse de encima a cuatro jugadores de una sentada. Esta fue la clave del partido, el Barça se deshizo de la línea del centro del campo del Manchester con una facilidad asombrosa. Además, en diferencia a las semifinales y al último tramo de la temporada, el equipo entrenado por Guardiola fue mucho más ofensivo y creó un gran número de ocasiones claras de gol, ayudado también por las internadas de Alves y Abidal, que se sumaron al ataque sin ninguna dificultad. Aunque el Manchester fuera sin rumbo y merodeando por un Wembley espectacular, el Barça tenía claro su destino: la portería. Y así fue cómo llegó su segundo gol, después de varios pases en el medio del campo, Iniesta agarró el balón, fue avanzando hasta que antes de llegar al semicirculo del área se lo cedió a Messi. Cuando juegas contra Lionel Messi, ya sabes a lo que te expones cuando le das un metro de campo, y así sucedió, la mágica pierna izquierda del argentino se adherió al balón, y se desprendió de él a una velocidad endiablada que sorpendió a Van der Sar y a todos los aficionados del Manchester, que vieron cómo su  equipo volvía a estar por debajo en el marcador. Históricas eran las caras de estupor de los defensas del United, sobre todo de Vidic, al ver la genialidad de Messi, se llevaron  las manos a la cabeza con un gesto que plasmaba la diferencia abismal entre ambos conjuntos.

Villa celebrando efusivamente su gol.
Pero para el Barça esto no había hecho nada más que empezar, si ya estaban jugando bien, el peso de su fútbol subió varios quilates con esta ventaja en el marcador, ya que todavía se sintieron más cómodos. Después de un par de excelentes intervenciones de Van der Sar, llegó el  gol de la sentencia. Los defensas ingleses perdieron el balón ante la fatigante presión del Barça, éste cayó a los pies de Busquets, que  retrasó el esférico a Villa. Y en el borde del área, por mucho que Villa no haya estado del todo fino durante la temporada, el Guaje nunca falla. Sin apenas armar la pierna derecha, salió de sus botas un tiro que se coló para deleite del culé por toda la escuadra, en vano fue la gran estirada del larguirucho Van der Sar, que nada pudo hacer ante  un gol que finiquitaba el partido.

Ni siquiera perdiendo por dos goles el Manchester creó peligro a una defensa del Barça muy ordenada, con Mascherano como gran descubrimiento de Guardiola en el centro de la zaga. El argentino que llegó en un segundo plano a la ciudad condal, se ha convertido en indiscutible para el equipo y se ha afianzado en el once titular en los últimos partidos de la presente temporada. En el lateral izquierdo el graderío culé celebró el buen partido de Abidal, a quien le extirparon un tumor hace tres meses. Respaldado en esta gran defensa que le diferencia del ‘Dream Team’, el equipo de Guardiola continuó con la manija del partido como mejor arma para frenar hasta la conclusión del encuentro los arrebatos ofensivos del United.

La victoria de anoche del Barça quedará  grabada de por vida en las retinas de los buenos amantes del fútbol, independientemente de que seas del Madrid, del United o del  Inter,  la segunda Champions League en tres años y cómo las ha conseguido, le da al Barça un crédito del que pocos equipos han gozado. Y aunque en el resto del mundo, se hayan hecho eco de la victoria vanagloriando la gran actuación de Messi, ayer el jugador que revolucionó la final fue Xavi. Se hizo con el mando del partido en el momento en el que su equipo más lo necesitaba, y no lo abandonó hasta que el árbitro pitó el final del encuentro, o quién sabe, quizá  Xavi nunca se desprende del mando de un partido, ya que después de tres Champions League, una Eurocopa y un  Mundial, siempre es él quien se encarga de hacer mejores a sus compañeros, con esos pases milimétricos que dentro de unos años recordaremos con anhelo.

2 comentarios:

  1. manuel barberan ocaña29 de mayo de 2011, 3:07

    Gracias por tan maravilloso, sublime y a la vez tan objetivo articulo, Asi es como lo vi yo, practicamente tus palabras, definen el partido, tal y como se vió. Deberian aprender muchos de los que escriben y se llaman periodistas, y no dejan de ser aticulistas forofos, incapaces de hacer una crónica real de lo que ha ocurrido en un espectaculo que dura hora y media. Lamentablemente son los tiempos que nos han tocado vivir, mucha gente que vende su dignidad, a aquel que tiene el poder para mantenerle en primer plano, no importa que por el camino, los valores de un club centenario, queden maltrechos.

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  2. César: hoy me pasé la mañana leyendo todas las crónicas y artículos en los diarios impresos locales y en los digitales de España y de varios países del mundo. Y creo que tu análisis sintetiza todos ellos, con una claridad admirable, de gran redactor y de conocedor del fútbol.

    Lo único que cabe añadir son unas palabras recordando la calidad humana que mostraron los jugadores después del partido, por ejemplo, haciendo un pasillo y aplaudiendo la salida del equipo rival, o en la memorable actitud de Pujol al ceder el brazalete de capitán a Abidal, recientemente recuperado de un cáncer.

    Un abrazo grande y ¡¡felicitaciones!!,

    Marcelo O. Martínez
    http://gardel-es.blogspot.com/2011/01/la-cancion-de-la-amistad-patadura.html

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