"Si estás en el área y no estás seguro de qué hacer con el balón, mételo en la portería y después discutiremos las opciones". Bill Shankly

viernes, 12 de octubre de 2012

¿El inicio del fin?


Llevamos sólo siete jornadas de liga, sin embargo, parece que algo ha cambiado. Por primera vez en los últimos años da la impresión de que esta temporada la liga va estar más reñida y que la diferencia entre el Barça y el Madrid con el resto de equipos se ha reducido. Equipos como el Atlético de Madrid o el Málaga han comenzado de forma soberbia y prometen dar guerra no sólo en la liga, sino también en Europa. No podría recibir mejor noticia el fútbol español que la confirmación del fin de la bipolaridad que ha sufrido la liga en las últimas temporadas. Bipolaridad que ha causado muchos daños más allá de la ausencia de emoción en el campeonato liguero.

Resulta extraño el poco interés que ha despertado la pérdida de grandes figuras de la liga que han desembarcado en campeonatos extranjeros. A mí, al menos, me choca y, por lo tanto, me parece digno de analizar el hecho de que jugadores como Torres, Silva, Mata, De Gea, Cazorla y Javi Martínez hayan abandonado España para emigrar a otras ligas. Cuando la emigración aumenta en un país, es síntoma de que algo malo está sucediendo en ese país. Si la liga es, como bien declaran alegremente la mayoría de fanáticos futboleros españoles, el mejor campeonato de fútbol del mundo, entonces, ¿a qué se debe la emigración de espléndidos jugadores a ligas extranjeras? ¿Qué sentido tendría que un alemán o un sueco se mudaran a España con el fin de buscar trabajo? Obviamente algo no cuadra. Sin embargo, ¿cómo no iba a ser la liga española la mejor del mundo si España ha protagonizado el hito de ganar dos Eurocopas y un Mundial en los últimos cuatro años? ¿Cómo no va a ser la mejor si de las últimas nueve ediciones de la Europa League cinco se las han llevado equipos españoles? 

Messi y CR7 ejemplifican la desigualdad de la liga.
Pues bien, la bipolaridad de la liga, es decir, la superioridad insultante del Barça y el Madrid respecto al resto de equipos, es la respuesta a todas las preguntas formuladas anteriormente. Desde la temporada 1999/2000 a la 2008/2009, durante esos diez años la diferencia media de puntos entre el equipo vencedor de la liga y el tercer clasificado era de once puntos. Asimismo, un gran número de equipos, tales como el Deportivo, Valencia, Real Sociedad, Sevilla o Villareal eran capaces de luchar seriamente junto con el Madrid y el Barça por el título liguero. De hecho, el Deportivo en una ocasión; y el Valencia en dos, consiguieron  ganar la liga. Sin embargo, en los últimos años la superioridad del Barça y el Madrid se ha disparado y, como consecuencia, aquellos equipos que un lustro atrás combatían con ellos por el título liguero han ido diluyéndose hasta convertirse en meros espectadores de los innumerables récords que baten el equipo merengue y el combinado culé año tras año. Durante las tres últimas temporadas, la diferencia media de puntos entre el primer clasificado y el tercero ha pasado de once puntos a treinta y uno. Además, cabe añadir que el año pasado se batieron tres récords en una misma temporada. El Madrid logró superar los 99 puntos del Barça (que ostentaba ser el primer equipo que alcanzaba esa cifra) de dos temporadas atrás y dejó la marca en 100. También sobrepasó los célebres 107 goles del Madrid de Toshack y elevó la cifra hasta los 121. Y, por último, Messi logró con 50 goles batir la marca de 41 goles que Cristiano había conseguido la temporada anterior (nadie desde el año 1951 había logrado anotar más de 38 tantos).

En esta misma bipolaridad en constante aumento de los últimos años reside la razón por la que un considerable número de grandes jugadores se han decantado por fichar por equipos extranjeros, sobre todo de Inglaterra. Mata, Cazorla, Silva o Javi Martínez eran los baluartes de sus respectivos equipos. No obstante, éstos no les ofrecían la posibilidad de luchar por la liga. Así que, al estar ávidos de títulos, ansiaban fichar por uno de los dos equipos más laureados de España. Sin embargo, al no tener cabida ni en el Barça, ni en el Madrid, se inclinaron por trasladar su ambición a otros clubs europeos donde pudieran saciarla.
Como conlusión, los jugadores españoles emigran por la ausencia de alternativas al título. Este fenómeno contrasta totalmete con lo que sucede en Inglaterra. En la Premier League hay al menos cuatro equipos que pugnan por el campeonato, entre estos equipos suelen figurar el Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal o Chelsea. Además, a diferencia de lo que está ocurriendo en España, es realmente complicado ver a un jugador de origen británico emigrar a ligas extranjeras. De hecho, si en este instante nos paráramos a buscar un jugador de nacionalidad inglesa que juegue en nuestra liga terminaríamos enseguida, dado que no hay ni un solo jugador inglés que milite en la liga. En la Premier League los jugadores no necesitan emigrar por motivos de ambición. Ya que, si es por avidez de títulos, pueden fichar por cualquiera de los cinco equipos ingleses que hemos mencionado con anterioridad. Además, cabe resaltar también que los jugadores ingleses suelen ser bastante más fieles a sus equipos que los españoles.

Casillas levantando la Eurocopa recientemente coquistada.
Por otro lado, es cierto que es difícil negar que la liga española es la mejor del mundo cuando, en los últimos cuatro años, la selección española ha logrado algo que ninguna otra selección en la historia ha conseguido: encadenar la consecución de una Eurocopa (2008), un Mundial (2010) y otra Eurocopa (2012). En este maravilloso logro también se refleja la bipolaridad de la liga. Antes de que se disparara la diferencia del Barça y el Madrid respecto al resto de equipos españoles hace apenas tres temporadas, la selección española se había alzado con la Eurocopa de 2008 alineando únicamente a cinco jugadores del Barça y del Madrid en el once titular de la final. El resto de la alineación la componían Capdevila, Marcos Senna (Villareal), Marchena, Silva (Valencia), Cesc (Arsenal) y Fernando Torres (Liverpool). Sin embargo, en el Mundial de Sudáfrica del 2010, cuando la diferencia entre el primer clasificado y el tercero de la liga ya sobrepasaba los veinte puntos, España venció jugando de inicio con diez jugadores culés y madridistas en la final contra Holanda. De la misma forma que en la reciente consecución de la Eurocopa de Ucrania y Polonia; Del Bosque alineó de nuevo a diez jugadores pertenecientes al Barça o al Madrid para disputar la final ante Italia.

El Atleti de Falcao ganó la última Europa League.
El hecho de que haya salido victorioso un equipo español en cinco de las últimas nueve ediciones de la Europa League, también refleja la bipolaridad que sufre la liga española. Es totalmente positivo que clubs españoles logren hacerse con la segunda competición europea más importante. Sin embargo, lo que no es positivo es que únicamente estén capacitados para competir en la Europa League. Desde que alcanzara el Villareal las semifinales de la Champions del 2006, ningún otro equipo español, con excepción del Barça y del Madrid, ha logrado repetir la hazaña del submarino amarillo. Sin embargo, en siete de las últimas ocho ediciones de la Champions League ha estado un equipo inglés presente en la final: Arsenal (2006), Liverpool (2005, 2007), Manchester United  (2008, 2009, 2011) y Chelsea (2008, 2012).

Resulta evidente que España tiene una suerte enorme de contar con el Barça y el Madrid, los dos equipos más fuertes del mundo, ya que hay muy pocos combinados en el planeta que puedan hacerles frente. No obstante, en esta suerte radica, paradójicamente, el infortunio de la liga española; puesto que el potencial de los equipos españoles se reduce únicamente al Barça y el Madrid. Es cierto que estos dos equipos son los más desequilibrantes del mundo, sin embargo, acaparan toda la capacidad de la liga para competir a primer nivel. Es decir, todo lo que tienen de superior respecto al resto de grandes  clubs europeos, es lo que tienen de inferior aquellos equipos españoles que se tienen que conformar con competiciones secundarias. La liga española y, por consiguiente, los equipos españoles, carecen de un punto de equilibrio que sí que existe en la Premier League. Por esta misma razón es esperanzador que la temporada actual haya comenzado de una forma considerablemente igualada. Equipos como el Málaga o el Atlético de Madrid parece que se han propuesto seriamente codearse con la élite del fútbol español. Además, el Málaga ha comenzado exhibiéndose en Europa, desplegando un fútbol exquisito encabezado por un espléndido Isco. Por otra parte, el Atlético comparte liderato con el Barça, después de haber iniciado la temporada con un pundonor y una confianza dignos de admiración; y con un Falcao soberbio que se ha confirmado como el delantero centro más eficaz del momento.

Si al final de la temporada jugadores tan destacables como Isco o Falcao permanecen en sus equipos, será una prueba palpable de que la liga vuelve a ir en la senda correcta.